María
Fernanda Rondón Ramírez*
Con
la presentación del presupuesto público para 2015, el cual se hizo bajo ciertos estándares de “prudencia y
racionalidad económica”, siendo un objetivo principal el sostenimiento de la
inversión social y el cumplimiento de los compromisos internacionales en los
que incurre el gobierno nacional, según el Ministerio de Economía Finanzas y
Banca pública, todo ello se ha elaborado
bajo un esquema de prudencia fiscal.
Según
el propio Ministro Rodolfo Marco Torres, durante los últimos años se han hecho
esfuerzos para aumentar la recaudación interna, mediante la implementación de
políticas de incremento de los contribuyentes, así como también la reducción de
la evasión fiscal, para garantizar una distribución más equitativa del ingreso.
Además,
para este ejercicio fiscal, se destaca entre sus objetivos la reducción de las
desigualdades de carácter social, las misiones socialistas, la erradicación de
la pobreza, se continuará reforzando el sistema público nacional de salud por
medio de Barrio Adentro, también se señala la profundización de la construcción
de viviendas con la Misión Vivienda Venezuela. En su discurso, no se destacó
otros objetivos a impulsar, aspectos importantes para el país, sólo un enfoque
a las misiones socialistas en sus diferentes ámbitos y denominaciones que le ha
otorgado el gobierno nacional.
Muchos
son los objetivos, metas y políticas económicas que se ha planteado el
gobierno, pero no todos han funcionado con éxito, habría que revisar los fallos
que no permiten que se alcancen de manera satisfactoria. El gobierno debería,
como prioridad, revisar y establecerse nuevas reglas del juego para que a
partir de allí se comience a reformular y planificar nuevas políticas fiscales
que trabajen con eficiencia y eficacia, no solamente priorizar las políticas
sociales, sino dar prioridad también a las políticas macroeconómicas para
lograr la estabilización económica que requiere Venezuela y posteriormente
enfocarse en las políticas microeconómicas, dirigidas a ciertos ámbitos de la
actividad económica.
Es
por ello que resulta necesario que el Estado se plantee entre sus objetivos la
diversificación de la economía, ya que Venezuela sería más competitiva a nivel
interno y a nivel internacional, ya no se dependería sólo de la exportación del
crudo, sino que tendría más opciones para exportar.
*Estudiante
del Noveno Semestre de Economía de la FACES-ULA
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